En el medio de una crisis global por la contaminación plástica, representantes de las 175 naciones pertenecientes a las Naciones Unidas (ONU) -entre las que la Argentina tuvo un rol activo junto con otros países de la región-, pactaron la creación de un instrumento jurídicamente vinculante para enfrentar la contaminación plástica y apoyar la transición hacia una economía circular.
Los Estados Miembros de la ONU en la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA-5.2) acordaron por unanimidad desarrollar un tratado legalmente vinculante para poner fin a la contaminación por plásticos, lo que la convierte en una de las acciones ambientales más ambiciosas del mundo desde el Protocolo de Montreal de 1989, que eliminó por completo las sustancias que extinguen la capa de ozono.
La reciente resolución adoptada por la ONU establece el desarrollo de un instrumento robusto que permitirá establecer reglas y obligaciones globales a lo largo de todo el ciclo de vida del plástico, extendiendo además la responsabilidad hacia los países, el sector privado y los consumidores de eliminar la contaminación por plásticos en la naturaleza.
Organizaciones ambientales y de la sociedad civil celebraron esta decisión e invitaron a los gobiernos del mundo a aprovechar este poderoso impulso para eliminar la contaminación por plásticos y actuar con la misma fuerza y decisión en el desarrollo del contenido completo del tratado, para el 2024.