Por Belén Arce – Senior Manager de Estrategia y Sostenibilidad de Accenture Argentina
Miles de toneladas de residuos se generan a diario y, miles son los desafíos por delante. ¿De qué se trata el modelo que las empresas han incorporado para hacer más sostenibles sus negocios?
En un mundo donde la producción de residuos es una de las principales preocupaciones ambientales, el concepto de Residuo Cero aparece tanto como una alternativa, como una necesidad urgente. Definido por la Alianza Internacional Residuo Cero en 2018, el Residuo Cero busca la conservación de todos los recursos a través de producción, consumo, reutilización y recuperación responsables de productos, envases y materiales. El movimiento Residuo Cero es un aliado clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y, la transformación hacia él debe abordarse desde un enfoque holístico de desafíos clave como la mitigación del cambio climático, la protección de la naturaleza y la reducción de la huella ecológica.
Anualmente a nivel mundial se generan más de 2 mil millones de toneladas de residuos, demostrando la crisis global existente, proyectando incluso un aumento a más de 3.4 mil millones de toneladas para 2050 de acuerdo al informe “What a Waste 2.0” del Banco Mundial. En América Latina las cifras son impactantes, volviendo la situación más crítica aún, con más de 540.000 toneladas de residuos sólidos urbanos por día. Sin embargo, este escenario plantea desafíos y oportunidades para la generación de acciones sostenibles en donde la transición hacia un modelo Residuo Cero es fundamental.
En este contexto, ¿qué rol ocupan las organizaciones? Las empresas son actores cruciales. Al adoptar estrategias de sostenibilidad, entre ellas de Residuo Cero, y alinearlas con los objetivos del negocio, pueden convertirse en sujetos de cambio y liderar con el ejemplo. Este compromiso no solo mejora la responsabilidad corporativa, sino que también impulsa la innovación, abre nuevos mercados y genera confianza en el cliente, el consumidor, los partnerships e inversores.
En este momento cada simple acción cuenta y vale la pena. Las compañías tienen la oportunidad de inspirar la transformación hacia prácticas más responsables y demostrar que la sostenibilidad y la rentabilidad del negocio pueden ir de la mano, e incluso beneficiarse una de la otra. Es importante ser conscientes de la necesidad de gestionar modelos de trabajo eficientes desde el inicio, partiendo de una decisión de liderazgo en la cual todos los colaboradores se vean involucrados.
En este sentido, a través de la innovación tecnológica y la consultoría estratégica, como realiza Accenture, acompañando a las organizaciones y gobiernos en la transición hacia prácticas sostenibles, optimizando procesos y alentando modelos de negocio que minimizan los residuos, maximizan la reutilización de recursos y promoviendo la economía circular, es clave para alcanzar un modelo de gestión Residuos Cero.
Ejemplos del trabajo que lleva adelante el equipo de Accenture son la generación de modelos de mapeos objetivos y jerárquicos de los residuos para maximizar el valor de estos previo y posteriores al consumo para una empresa líder en la industria de la moda, la segunda industria más contaminante del planeta. A través de este mecanismo se integra el modelo de economía circular, pudiendo estimar impactos ambientales y financieros. También el desarrollo de una estrategia integral de Residuos Cero para la industria de bienes de consumo. En este caso, Accenture identificó los beneficios comerciales de esta estrategia utilizando su enfoque de Valoración de la Sostenibilidad, proveyendo un mecanismo de gestión viable tanto de inversión como medioambiental.
En conclusión, adoptar un enfoque de Residuo Cero es una necesidad para garantizar la sostenibilidad del planeta. Este camino invita a empresas, gobiernos y ciudadanos, a repensar las prácticas diarias y comprometerse con acciones que tengan un impacto positivo, forjando un camino hacia un mundo más sostenible, equitativo y resiliente.