Por: Virginia Marinsalta · Gerente de Asegurados y Relaciones Institucionales en ALBACAUCIÓN
Como todo cambio de Gobierno y más aún de signo político trae consigo la incertidumbre de los cambios que se vendrán. Si bien los candidatos en general en la época de campaña electoral anuncian sus ideas y cómo llevarlas a cabo, la población espera el efectivo ejercicio de la función para ver realmente qué línea de gestión toma el nuevo Gobierno.
A priori la baja de rango de la cartera ambiental preocupó y con razón porque no es menor, pero debemos evaluar las acciones ambientales que se planifiquen, se lleven a cabo y el presupuesto que se le asigna para poder cumplirlas.
Si pudiera pedir un deseo de modo general es que se proteja la institucionalidad ambiental lograda, a partir de la formalidad que se le dio al tema ambiental en la Constitución del año 1994. Es por ello que las leyes ambientales que se intentaron modificar recientemente han desatado un debate popular porque con ellas se conquistaron preservar ecosistemas muy valiosos para la vida en la tierra.
A través de los años y de las últimas gestiones gubernamentales hubo pronunciamientos y compromisos internacionales sobre reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Asimismo se ha definido la lucha contra el cambio climático como “una política de Estado” es por ello que se espera una continuidad en ese sentido.
En relación a lo que nos ocupa como aseguradora especialista en Seguros de Caución y habilitada para emitir el Seguro Ambiental Obligatorio, vemos necesario que se revise el mecanismo de actualización del Factor de Correlación que monetiza el valor abstracto del potencial contaminante que una actividad puede llegar a ocasionar. La suma asegurada, en caso de incidente ambiental, equivale al monto de dinero disponible para realizar los trabajos de remediación necesarios para recomponer el ambiente a su estado anterior.
Es por ello que es importante lograr un equilibrio de la macroeconomía ya que de ella depende que los costos de reparación y por ende las sumas aseguradas, sean suficientes para recomponer los daños cubiertos. Mientras esto se produce pareciera que resulta imprescindible realizar correcciones razonables en la actualización.
El Seguro Ambiental tal como está diseñado en nuestro país (casi único en su modelo) es de gran utilidad para los Gobiernos como herramienta de gestión en la que pueden apoyarse para sostener un modelo productivo que contemple desarrollo y sostenibilidad al mismo tiempo.
Asimismo, para las empresas es un documento de autoevaluación que les permite comparar año a año las mejoras en su gestión de residuos y manejo de efluentes para acercarse al modelo de empresa de triple impacto, cada vez más valorada por los clientes y los demás componentes de la cadena de valor de la que forma parte.