Hoy se cumplen 15 años desde que la Corte Suprema de Justicia de la Nación emitió el fallo “Mendoza”, un hito en el país que obligó al Estado a dar respuesta a la grave situación socioambiental de la cuenca Matanza-Riachuelo. Según ACUMAR en la cuenca viven más de 4 millones y medio de habitantes, esto representa el 10% de la población de la República Argentina.
Si bien quedan desafíos pendientes por abordar, se han realizado varios avances como la creación de la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo (ACUMAR), con poderes legales e institucionales para impulsar el plan de saneamiento; y tareas de limpieza de márgenes y toneladas de residuos sólidos en el área del río, implementando una política pública de recolección de residuos en espacios previamente desatendidos. Las obras de infraestructura de agua y saneamiento han progresado. Además, el fallo generó un cúmulo muy importante de información respecto a la Cuenca previamente desconocida.
Las principales causas de la contaminación de la Cuenca, en orden de importancia, son los efluentes cloacales en un 70% y los residuos sólidos urbanos y los efluentes líquidos industriales en un 30%, así lo indica el informe de Calidad del agua de la Cuenca Matanza Riachuelo de ACUMAR.
“Si bien se han hecho grandes avances, aún quedan acciones pendientes de carácter socio-ambiental que deben implementarse de manera conjunta para cumplir con el saneamiento integral del Riachuelo”, explicó Cristian Fernández, abogado y coordinador del Area Legales de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN)).
Algunas de las acciones pendientes que destacaron desde FARN son: establecer un régimen de control y monitoreo más riguroso de los vertidos industriales, así como sancionar a las empresas que no cumplen con la normativa. También se necesita acelerar la ejecución de las obras cloacales y de saneamiento de aguas, perseguir la presentación, ejecución y finalización de los planes de reconversión industrial por parte de los establecimientos declarados como agentes contaminantes en el ámbito de la cuenca y relocalizar a la totalidad de las personas que viven en situaciones de vulnerabilidad y riesgo sanitario y ambiental.
Además, es fundamental implementar un plan integral de gestión de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) articulando con los Municipios, realizar un estudio integral de riesgo para el Polo Petroquímico de Dock Sud y fortalecer la protección de las reservas naturales que forman parte del sistema ambiental del Riachuelo.
A 15 años del fallo Mendoza, cuando aún no se ha logrado alcanzar los objetivos esperados, pero mucho se ha avanzado, los vecinos piden volver a navegar el Riachuelo.