La diabetes tipo 2 es una enfermedad caracterizada por la incapacidad del organismo de producir cantidades suficientes de insulina o de utilizar esta hormona correctamente, lo que da lugar a que la sangre porte un exceso de glucosa que, a la larga, acaba dañando múltiples órganos de todo el cuerpo. Se trata de una afección cuya prevalencia, ya a día de hoy desmesurada, no deja de aumentar.
Los expertos estiman que el número global de adultos afectados crecerá un 55% en poco más de dos décadas, pasando de los 415 millones de 2015 a 642 millones en 2040. Sin embargo, y si bien la diabetes tipo 2 se encuentra estrechamente ligada al exceso de peso, la expansión de la pandemia de obesidad no es la única responsable de este crecimiento.
Un estudio llevado a cabo por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Leiden (en Holanda), muestra que es muy posible que el calentamiento global también tenga una gran parte de culpa. “nuestros resultados enfatizan la importancia de la realización de futuros estudios para evaluar los efectos de la temperatura ambiental sobre el metabolismo de la glucosa y la aparición de la diabetes, muy especialmente en el contexto del aumento global de las temperaturas que ha dado lugar a que Estados Unidos registrara el pasado año el invierno más cálido de su historia”, advirtió Patrick Rensen, director de la investigación.