Una expedición conservacionista halló un ejemplar de la abeja de Wallace, o “Megachile pluto” en el norte de las islas Molucas, en Indonesia.
Se trata de la abeja más grande del mundo y documentada científicamente por última vez en 1981, es decir, hace 38 años.
“Fue impresionante ver este insecto que parece un ‘bulldog volador’ y del que no estábamos seguros que siguiese existiendo,” expresó el fotógrafo especializado en abejas, Clay Bolt, quien asegura ser el primero en tomar instantáneas y grabar un vídeo de un ejemplar vivo de esta especie.
La expedición formada además por tres biólogos y dos guías indonesios visitó en enero varias zonas del noreste del archipiélago hasta encontrar el insecto, del que poco se conoce debido a lo remoto que es su hábitat.
“Ver lo bonita y grande que es esta especie en vida, escuchar el sonido de sus alas gigantes rasgando el aire mientras volaba por encima de mi cabeza, fue sencillamente increíble”, agregó Bolt.
Según remarcó la agencia Efe, la abeja de Wallace, que tiene una envergadura de unos 63,5 milímetros, está dotada de grandes mandíbulas y anida en montículos de termitas situados en árboles. Lleva el nombre del naturalista británico Alfred Russel Wallace, que documentó su existencia por primera vez en 1858.
El hallazgo forma parte de una iniciativa de la ONG estadounidense Global Wildlife Conservation para encontrar 25 especies, como el tiburón de Pondicherry o el camaleón Voeltzkow, que no han sido avistadas en las últimas décadas o en un siglo.
La organización ecologista advierte que el hábitat del insecto se ve amenazado por la deforestación en Indonesia, según datos oficiales el país del mundo que perdió más bosque tropical entre 1990 y 2015, un total de 24 millones de hectáreas.
“Los avances en la protección de la abeja dependerán de que los funcionarios y personas implicadas sean conscientes de su existencia y se decidan a colaborar en su protección,” declaró en un comunicado el director de prensa de la iniciativa, Robin Moore.