Alemania recibió en el puerto de Nordenham, en el noroeste del país, el primer transporte en nueve años de contenedores “castor” con residuos nucleares alemanes procedentes del extranjero, en concreto de Reino Unido, donde habían sido procesados.
Se conocen como contenedores “castor” por el acrónimo inglés de Contenedor de Almacenamiento y Transporte Radioactivo. La carga, que llegó el lunes a bordo del carguero “Pacific Grebe”, será trasladada por tren al almacén provisional en la centra nuclear de Biblis, en el estado de Hesse, a más de 500 kilómetros de distancia, informó la televisión pública regional NDR.
La Sociedad de Servicios Nucleares (GNS), encargada del transporte, señaló que antes de iniciar el traslado en tren de los residuos, expertos proceden a medir la radiación de los vagones para garantizar que ésta no supera los límites permitidos.
La ministra de Medio Ambiente, Svenja Schulze, recordó que Alemania está obligada contractualmente a recibir de vuelta los residuos producidos en las centrales nucleares del país y no a “abandonarlos en el extranjero”.
En declaraciones al grupo mediático Funke agregó, además, que aplazar el transporte no era posible por razones logísticas y de autorización.
Al mismo tiempo intentó calmar a los activistas antinucleares y afirmó que si antes la cuestión giraba en torno a si se era partidario o contrario a la energía nuclear, hoy en día este tipo de transporte sirve para “liquidar una era atómica que por suerte está cercana a su fin”.