El agua para consumo humano en dos zonas de la Amazonía peruana se encuentra en emergencia sanitaria por 90 días. Así lo decretó una resolución de la Dirección General de Salud (Digesa) de dicho país que fue publicada, ayer, en la gaceta oficial El Peruano. Las zonas afectadas por la medida son los distritos de Imaza, de la región Amazonas, y de Morona, Manseriche, Barranca, Pastaza y Cahuapana, de la provincia de Dátem de Marañón, en la región Loreto.
Esto se debe a que allí se produjeron, en las últimas semanas, derrames de petróleo por fugas en el Oleoducto Norperuano, operado por la empresa estatal Petroperú.
De acuerdo al documento, el hecho impactó los ríos Inayo, Chiriaco y Marañón, uno de los afluentes del Amazonas, y a las comunidades indígenas de Suashapea, Pakunt, Chiriaco, Nuevo Progreso, Nazareth y Nuevo Horizonte.
La segunda fuga se registró el 3 de febrero a la altura del kilómetro 206 del mismo oleoducto, en la provincia de Dátem del Marañón, y el petróleo llegó hasta el río Mayuriaga, a 13 kilómetros del punto de la rotura, desde donde llegó al río Morona, otro afluente del Marañón.
Todavía se desconoce la cantidad de crudo que fue vertida, dado que Petroperú no cuantificó los barriles perdidos en su reporte de emergencia ambiental presentado al OEFA.
Mientras rija la emergencia, se aumentará la frecuencia de la vigilancia sanitaria de los sistemas de abastecimiento de agua para consumo humano en coordinación con las Direcciones Regionales de Salud de Amazonas y Loreto. Asimismo, se llevarán a cabo acciones de asistencia técnica y logística para instalar sistemas de abastecimiento de agua para consumo humano en los domicilios de las zonas afectadas.