La región del Mediterráneo puede sufrir escasez de agua, pérdida de biodiversidad y riesgos para la seguridad alimentaria y la salud humana. Así lo revela un estudio internacional desarrollado con participación de expertos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Según el trabajo, durante los últimos años la temperatura media ha aumentado en 1,4° C desde la era preindustrial, aparte de que el nivel del mar ha subido
6 centímetros en las últimas dos décadas y sus aguas se han ido acidificando.
En este escenario, advierte el reporte, la zona que corre mayor peligro es el sur de la cuenca mediterránea.
De acuerdo con el especialista Josep Peñuelas, quien participó de la elaboración del informe, las lluvias de verano en dicha zona correrían el riesgo de reducirse entre un 10% y un 30% en algunas regiones. “Este fenómeno aumentaría la escasez de agua y causaría pérdidas en la productividad agrícola, particularmente en los países del sur”, advirtió.