Situado en la isla más remota de Japón, Kamikatsu es uno de los pueblos más sostenibles del planeta. Sus 1.650 habitantes son capaces de reciclar prácticamente todos sus residuos. De hecho, el porcentaje de reciclaje supera ya el 95%, y está muy cerca del objetivo de llegar al 100% para 2020.
En 2002 el pueblo puso en marcha el Proyecto Cero Residuos. Debe resaltarse que Kamikatsu no existen ni contenedores ni camiones de recolección de basura. Su situación geográfica, entre montañas y con casas muy dispersas, obligaron al ayuntamiento de este pueblo a buscar una alternativa económicamente rentable para eliminar los residuos.
A pesar de que el Estado japonés pensaba subvencionar la construcción de dos nuevas plantas incineradoras, cada familia se organizó para aprender a separar sus residuos diarios en más de 30 categorías para después llevarlos a los centros de recolección. Además, se decidió aprovechar la basura orgánica para hacer compost y se gestó una red de trueque para darle una segunda vida a distintos tipos de productos, entre otras iniciativas.