En víspera del Día Mundial contra el Tabaco, la Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó su último informe anual sobre el uso de este producto centrado en el grave impacto que tiene sobre el medio ambiente.
El consumo de tabaco provoca no sólo las conocidas consecuencias nefastas sobre la salud de los que fuman y de su entorno, sino que también tiene un impacto catastrófico sobre el medio ambiente por los ingredientes tóxicos en los residuos de cigarrillos, toneladas de humo cancerígeno y el uso de pesticidas.
Las cifras más recientes indican que, pese a los esfuerzos internacionales por disminuir el consumo de tabaco, éste provoca la muerte de 7 millones de personas al año y genera gastos por 1,4 billones de dólares en el mismo periodo, por los costes en sanidad, pérdida de productividad y degradación medioambiental.
Los especialistas han determinado que los desechos del tabaco contienen más de 7.000 químicos tóxicos que envenenan no sólo la atmósfera, sino los suelos, mares y los cursos de agua.