El ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, estuvo presente, ayer, en un plenario de comisiones de la Cámara de Diputados, donde expuso y respondió a preguntas durante más de siete horas en torno a lo que se ha dado por llamar “tarifazo”.
Allí, el ex titular de Shell defendió el aumento de tarifas de gas sin llamar a audiencia pública, y tuvo un fuerte cruce con el bloque del Frente para la Victoria, al advertir que, durante el kirchnerismo, la Argentina “pasó de tener energía exportable, abundante y barata, a escasa, importada y cara”.
Por otra parte, el funcionario aclaró que con los ajustes solo “se pudo recuperar el 30% de lo que es el costo de generar energía”, mientras que “el 70% sigue estando subsidiado”. Paralelamente, se amparó en la legalidad de la suba del gas, justificó los aumentos dispuestos este año y se defendió de las acusaciones sobre supuestas incompatibilidades con la función pública.
En relación a los acuerdos entre YPF y Chevron por Vaca Muerta, Aranguren sostuvo que este era un tema que “Ya lo está dilucidando la Justicia”.
El gran ausente de la jornada fue el ex ministro de Planificación y actual titular de la Comisión de Energía (una de las convocantes) en Diputados, Julio De Vido, quien se excusó mediante una nota que publicó en Facebook. En ella, sostiene: “Es falso que las tarifas estuvieron congeladas 12 años: desde el año 2008 pusimos en marcha mecanismos de quita de subsidios a los usuarios de mayor poder adquisitivo, siempre protegiendo a los hogares de menores recursos. En cambio, el brutal tarifazo aplicado por Aranguren afectó a millones de familias que no pueden pagarlo e implica una transferencia directa a las empresas, en el caso del gas de 3.500 millones de dólares a los productores”.