La escultura hiperrealista del cuerpo sin vida de una ballena apareció en París, en el borde del río Sena, a pocos metros de la catedral de Notre Dame. La obra vestá a cargo de un colectivo de artistas que busca sembrar consciencia sobre las consecuencias del cambio climático.
La escultura del animal encallado de más de 15 metros sorprendió a los parisinos, mientras un grupo de perfomers del colectivo belga “Captain Boomer” actuaba como científicos que analizaban la criatura.
“Es una trampa que sumerge al público en la realidad que hemos creado y le obliga a posicionarse”, explicó el artista Bart Van Peel. “Es raro que una ballena encalle, pero cuando ocurre, la reacción de la sociedad es de una gran tristeza”, añadió.