La secretaria de Energía, Flavia Royon, allo afirmó exponer en el Seminario de Infraestructura Regional “¿Qué Argentina queremos ser?”, organizado por el Ministerio de Obras Públicas.
En el marco de las jornadas de debate y análisis convocadas por el Ministerio de Obras Públicas en el Centro Cultural Kirchner, la secretaria de Energía, Flavia Royon, participó de la mesa : “Tenemos la energía que el mundo necesita. ¿Cómo alcanzamos una matriz energética soberana y sostenible?”.
El panel contó, además, con la presencia de Mercedes Marcó del Pont, secretaria de Asuntos Estratégicos; Daniel Perczyk, asesor de la Dirección del Complejo Hidroeléctrico Salto Grande y Fernando Zárate, subsecretario de Planificación y Gestión Operativa de Proyectos Hídricos del Min. de Obras Públicas.
“Aspiramos a construir un modelo propio para la transición energética de la Argentina, que tenga en cuenta la asequibilidad, la seguridad energética y la sustentabilidad. Dentro de estos ejes aspiramos a la diversificación de nuestra matriz actual” afirmó Royon.
En ese contexto la secretaria puso el foco en el valor del gas como vector de una transición competitiva para nuestro país. Al respecto, hizo hincapié en que “el gas es combustible de transición porque tiene mucho menor porcentaje de emisión que el carbón. Por eso, en términos relativos, frente a un mundo que sigue generando energía a carbón, la Argentina tiene una matriz más limpia. Y es un gas que la Argentina puede producir por un valor seis veces inferior a lo que le cuesta importarlo”.
Para potenciar las posibilidades del gas argentino, resulta clave avanzar en las obras de transporte que garanticen la conectividad y el volumen de producción necesarios para el crecimiento de la economía nacional. Por eso el Gasoducto Néstor Kirchner representa una dimensión estratégica del proceso de diversificación de la matriz energética argentina.
“El gasoducto aumentará en 30% la capacidad de transporte y, en la segunda mitad del año, generará un ahorro de 2.000 millones de dólares y el año que viene de 4. 200 millones por todo el año. En ese proceso, hacia los años 2024/25 vamos a consolidar niveles de autoabastecimiento superiores al 95%.”
Sobre la continuidad del proceso, Royon detalló: “Con la reciente visita a China pusimos en valor la segunda etapa del Gasoducto Néstor Kirchner, que vamos a licitar en el mes de agosto por indicación del ministro Massa. En conjunto, con la red de gasoductos no vamos a necesitar más importaciones de Bolivia, ni vamos a necesitar más importaciones de GNL. Lo vamos a sustituir con producción argentina, con el impacto que esto implica en la creación de puestos de trabajo directos e indirectos o en el desarrollo de industrias como la petroquímica”.
Sobre las perspectivas que se abren para nuestro país a partir del potencial en gas y petróleo no convencional, y con la nueva infraestructura en curso, declaró: “Con las exportaciones de crudo y de gas, vamos a pasar de una balanza energética negativa en 4.500 millones a otra positiva en 12 mil millones de dólares hacia 2026”.
Para la secretaria el proceso de descarbonización mundial implica cambiar la mirada sobre el uso de los recursos fósiles: “En los tiempos de la transición energética el paradigma ha cambiado: pasamos de garantizar hidrocarburos a tener que aprovechar la ventana de oportunidad y obtener los recursos para financiar la transición hacia las renovables”.
En otro tramo de su presentación, Royon profundizó la cuestión de la infraestructura de transporte, tanto en materia de hidrocarburos como de energía eléctrica.
Sobre el petróleo, aseguró que “Ya hay inversiones privadas muy activas que han comprometido más de 1.100 millones de dólares en infraestructura para el crudo”. Y enumero: “Tras diecisiete años Otasa se puso nuevamente en marcha para exportar a Chile, inauguramos Sierras Blancas-Allen, están en curso la ampliación de Oldelval y Vaca Muerta Norte y Sur”.
Luego, en materia de transporte eléctrico, aclaró: “En esta gestión retomamos obras paradas y dejamos otras licitadas que incorporan un total de 5.000 kilómetros de líneas de Alta Tensión”. Sobre la continuidad de las obras, sostuvo que “En materia de redes de extra alta tensión hemos consensuado un Master Plan con las provincias, con financiamiento internacional comprometido. El Plan contempla otros 12.000 kilómetros de líneas de AT y va a aumentar la capacidad de transformación en un 40%”.
Como síntesis de sus objetivos de gestión, la secretaria afirmó: “Vamos a potenciar al gas Vaca Muerta, desarrollar el transporte de Alta Tensión y sumar más energías renovables, así como sentar las bases del desarrollo tecnológico, para que la transición no implique una dependencia tecnológica”.
Finalmente, Royon consideró que la Argentina cuenta con “condiciones para ser un proveedor energético seguro para el mundo”. A partir de ese diagnóstico concluyó que la aspiración estratégica de la Argentina deber ser “no solo exportar la molécula y obtener divisas, sino generar puestos de trabajo argentinos y una cadena local de proveedores y servicios”.