Para las pequeñas naciones insulares como Haití, los humedales son fundamentales: protegen las costas de los desastres naturales, son fuente de medios de subsistencia y ayudan a garantizar suficientes alimentos para las comunidades locales. Pero en las últimas dos décadas, los manglares de Haití, como en todo el mundo, han estado cada vez más expuestos a la contaminación por plásticos y otros desechos.
Para hacer frente a este desafío, la ciudad de Los Cayos, en asociación con ONU Medio Ambiente y el Comité Interministerial para el Desarrollo Territorial de Haití, ha desarrollado un plan integrado para gestionar sus residuos. La ciudad, que tiene una población de más de 100.000 habitantes, está rodeada por una playa famosa, pero muy contaminada.
Para crear conciencia, la ciudad ha aprovechado el Festival de Jalea, el más importante y popular en el sur de Haití. Durante esta fiesta tradicional, que se celebra anualmente en Los Cayos, el equipo y sus socios enseñan cambios de comportamiento positivos demostrando diversas formas de reciclar y reducir los desechos en su origen, a fin de minimizar los impactos dañinos en el medio ambiente marino.