Según modelos informáticos que simulan el clima del siglo XXI debe esperarse un posible aumento de la intensidad de los ciclones, pero también un descenso de su frecuencia alrededor del planeta.
De acuerdo con Valérie Masson-Delmotte, miembro del GIEC, grupo de referencia sobre el clima a nivel mundial, los ciclones con una intensidad mayor son una de las consecuencias esperadas del cambio climático. “Cuanto mayor es la temperatura del agua y la tasa de humedad, mayor puede ser la intensidad del ciclón”, explicó.
En ese sentido, la especialista puntualizó que estos dos elementos son más intensos debido al aumento del efecto invernadero. “Consideramos que hay un 7% de humedad más en la atmósfera por cada grado de calentamiento”, cuantificó.