El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, inauguró la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP 13) con un anuncio “histórico”, según sus propias palabras. Con el fin de preservar y cuidar el medio ambiente, el mandatario suscribió cuatro decretos que convierten al Caribe mexicano, a la Sierra de Tamaulipas, al Pacífico mexicano profundo y a las islas del Pacífico en zonas naturales protegidas.
Así, el gobierno mexicano asumió el compromiso de proteger unos 91 millones de hectáreas: 70 millones en zonas marítimas y 21 millones en territorio terrestre. Según Peña Nieto, con la creación de estas cuatro nuevas reservas de la biosfera, México incluso rebasará las metas previstas en la materia.
De ahora en adelante, quedará prohibida la exploración y explotación minera y de hidrocarburos en las zonas citadas, además del vertido o almacenamiento de sustancias contaminantes. También se resguardarán las especies en peligro de extinción.