En Tlaxcala, México, los bosques de luciérnagas se están apagando. Las causas se encuentran en muchos lados: el turismo sin regulación, las sequías, los incendios, la agricultura y la contaminación lumínica de las ciudades. Lo que ocurre en Tlaxcala es un fenómeno conocido como “extinción local”. Detrás está el cambio climático: el aumento del calor está siendo catastrófico para una especie pequeña que depende de la humedad y la oscuridad para sobrevivir.
Nanacamilpa es un poblado de apenas 18 686 habitantes, uno de los sesenta municipios de Tlaxcala, el estado con menor superficie del país. En esta pequeña ciudad, del estado más pequeño, las cosas pequeñas importan. Tanto que su nombre significa en náhuatl “tierra de hongos”. Las más de doscientas especies identificadas en esta zona salpican el paisaje con sus colores. Hubo un tiempo en que estos seres tan particulares, que no son ni plantas ni animales, causaban fascinación entre pobladores y herbolarios, pero hoy las pequeñas luces son las que acaparan las miradas.