Expertos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) publicaron ayer un informe que advirtió que para alrededor de 2030 se podría alcanzar el umbral de +1,5 ºC, lo que supondría consecuencias irreversibles como la subida del nivel del mar, olas de calor, inundaciones y otros eventos extremos, que aumentarían de una forma “sin precedentes”.
Dicho informe señaló que el calentamiento global es peor y más rápido de lo temido, y que considera “inequívoco” que la humanidad “calentó la atmósfera, el océano y la tierra” hasta un punto que trae riesgos de desastres “sin precedentes”.
En este documento, publicado ocho años después del anterior (2013), un total de 234 científicos de 195 países participantes coincidieron en que, a menos que haya reducciones inmediatas y a gran escala en las emisiones de gases de efecto invernadero, limitar el calentamiento a cerca de 1,5°C o incluso 2°C, ya no será posible.
El secretario general de la ONU, António Guterres, declaró que “el informe de IPCC de hoy es un código rojo para la humanidad”.
El planeta ya alcanzó los +1,1 ºC y empezó a constatar sus consecuencias: fuegos que arrasaron el oeste de Estados Unidos, Grecia o Turquía, diluvios que inundaron Alemania o China, termómetros que rozaron los 50 ºC en Canadá. El estudio agregó que que el incremento de la temperatura seguirá al menos hasta mediados de este siglo, pase lo que pase, y que a partir de 2050 las cosas podrían complicarse aún más.
“Este informe debe poner fin al carbón y las energías fósiles antes que destruyan nuestro planeta”, reclamó Guterres, y añadió: “No hay tiempo para esperar, ni lugar para excusas”. Por su parte, el enviado especial estadounidense para el clima, John Kerry, advirtió: “No podemos esperar. Todos los países deben tomar medidas valientes”.
Sin embargo, en el mejor escenario, el calentamiento podría volver al umbral de +1,5 ºC si se reducen drásticamente las emisiones y se absorbe más Dióxido de Carbono (CO2) del que se emite, según el IPCC.
Fuente: Agencia Télam.