La Comisión Europea (CE) alertó que el tráfico de especies salvajes, incluidos los animales, la fauna marina e incluso la madera, sirve para financiar parte de las actividades de algunos grupos terroristas, en particular en África, y propuso un amplio plan de acción para combatirlo.
La iniciativa, adoptada el viernes pasado y que se espera que los Estados miembros aprueben en las próximas semanas, busca, además, reforzar el papel de la Unión Europea en la lucha mundial contra esos delitos.
De acuerdo al comisario europeo de Medio Ambiente, Asuntos Marítimos y Pesca, Karmenu Vella, los grupos de delincuencia organizada dedicados a este tipo de comercio mueven entre 8.000 y 20.000 millones de euros cada año, nivel similar al del tráfico de drogas o de armas.
Aparte de ser una amenaza para la supervivencia de las especies, este tráfico alimenta la corrupción, priva a comunidades muy pobres de ingresos indispensables e incluso causa víctimas humanas, dijo el comisario.
En particular, apuntó la CE, este tipo de tráfico “pone en peligro la seguridad de África central, donde las milicias y los grupos terroristas financian parcialmente sus actividades gracias al tráfico de especies silvestres”.