El cierre de la Conferencia sobre el Cambio Climático de Glasgow (COP26) dejó muchos interrogantes. Si bien hubo algunos avances, estos no tienen la suficiente contundencia como para cambiar de forma significativa la realidad del planeta. En este sentido, Jazmín Rocco Predassi, perteneciente al área de Política Climática de FARN, dialogó con Pablo Gago y Patricia Marino para el programa Futuro Sustentable, en AM 1220.
Futuro Sustentable: ¿Cómo fue el cierre de la COP26?
Jazmín Rocco Predassi: Fue bastante tenso, porque era el momento de detallar las cosas que generaron mayor contingencia, pero no se extendió tanto como otras conferencias del cambio climático. Esta COP26 fue importante porque por fin se finalizó el libro de reglas del Acuerdo de París. Es algo que venía pendiente desde 2015. Los puntos de transparencia y los mercados de carbono habían quedado como puntos pendientes en anteriores negociaciones. Por suerte se pudieron resolver y hoy podemos decir que el Acuerdo de París está terminado.
FS: Lo que las ONGs piden no se cumple en el tiempo parlamentario que quisieran. Es lento el accionar de la política pública en general.
JRP: Estos espacios internacionales de negociación tienen tiempos que, quizás, no son los que la sociedad espera. Ese es uno de los puntos débiles de este espacio. De todas maneras, las cosas que se consiguen en los textos de negociación terminan impactando en las políticas nacionales. Es un espacio relevante. Por ejemplo, el texto de decisión de esta COP habla por primera vez de la necesidad de reducir los subsidios a los combustibles fósiles. De hecho, la primera vez que se habla de combustibles fósiles, que representa aproximadamente el 80% de los gases de efecto invernadero a nivel mundial. Es un hito. Quizás en los últimos borradores de los textos el lenguaje se fue diluyendo o perdiendo la fortaleza, pero es un hito sobre el que se puede seguir construyendo.
FS: ¿Estos países deberían poner “el pie en el acelerador”?
JRP: Cuando hablamos de estos países, también tenemos que incluir a La Argentina. Nuestro país quiere seguir desarrollando Vaca Muerta como, casi, una política de Estado. Sin embargo, va a en contra de las metas que Argentina se planteó para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. De hecho, desde FARN hacemos hace tiempo estudios de análisis sobre los subsidios a los combustibles fósiles y siguen siendo muy elevados en nuestro país.