La historia muestra una nave espacial que cae en la Tierra, en medio de las montañas. Desde adentro, aparece ZOIO: un simpático extraterrestre de un ojo, corta estatura y pelo verde que comienza a explorar el planeta y conocer sus distintas maravillas: descubre la nieve, camina por los bosques, observa los animales y bucea en el mar.
Este momento termina cuando ZOIO despierta y se da cuenta que era un sueño, porque en realidad está en su planeta: un lugar del sistema solar, árido, rocoso, sin verde alrededor y desde donde observa la Tierra. Ve, además, que los humanos se han apoderado del lugar y tienen una base espacial; los robots exploradores se pasean al mismo tiempo que aterriza un transbordador, cuando aparece el mensaje: “El planeta soñado ya lo tenemos. Antes de buscar otro, salvemos el nuestro. Sumate. Greenpeace”.
“En el universo hay miles de millones de galaxias y en nuestra galaxia hay miles de millones de planetas, pero sólo hay una Tierra. Queremos exponer, con esta pieza audiovisual, que estamos en un momento crítico, donde nuestros gobernantes deben adoptar políticas que protejan el planeta y nosotros recapacitar para cuidar nuestro ambiente y todas las especies que convivimos en éste. La ciencia ya lo ha dicho, el tiempo se nos está acabando, es momento de valorar dónde estamos y qué estamos haciendo para cambiar nuestras conductas que lo impactan, como la pérdida de biodiversidad, la contaminación atmosférica y los residuos que ponen en peligro nuestra vida”, indicó Bruno Giambelluca, vocero de Greenpeace Argentina