Miles de filipinos huyeron de sus casas en las últimas horas por la inminente llegada de un supertifón que anuncia ráfagas de hasta 255 kilómetros por hora y lluvias torrenciales.
Se lo denominó “Mangkhut”, tiene categoría cinco y se perfila como el más violento del año en una zona habitualmente golpeada por desastres naturales. De hecho, es más poderoso que el “Florence” que tocó tierra estadounidense este viernes.
En el norte del archipiélago ya se produjo un éxodo preventivo mientras que en Luzón, la principal isla de Filipinas con unos 40 millones de habitantes, la gente cubre ventanas y refuerza tejados preparándose para el fenómeno.
“Las lluvias van a ser fuertes y el viento no será ninguna broma”, declaró Michael Conag, portavoz de defensa civil local. “Puede haber olas equivalentes a un edificio de cuatro pisos y muchas casas pueden quedar destruidas, sobre todo las construcciones más frágiles, que son las más frecuentes en las regiones costeras.”