El cambio climático altera los sistemas sensoriales de los peces e incluso hace que estos naden hacia los depredadores en lugar de alejarse de ellos, según un estudio de la Universidad de Exeter (Reino Unido).
La investigación sobre el impacto del aumento de dióxido de carbono (CO2) en el medio marino, publicada en la revista Global Change Biology, demuestra que el calentamiento global puede perturbar los sentidos de los peces, concretamente el olfato, la audición y la visión.
Los científicos indican que los altos niveles de CO2 pueden afectar a la forma en que los peces se comportan, de manera que nadan hacia los olores de los depredadores en lugar de mantener las distancias e incluso perciben sonidos que normalmente los disuaden de acudir a hábitats de riesgo.