Desde las brigadistas que luchan contra el fuego a las científicas que estudian el cambio climático, pasando por las promotoras ambientales y las mujeres que se desempeñan en áreas de la minería, la labor femenina en temas vinculados al ambiente es fundamental en el siglo XXI.
La pionera
La doctora en Química Yolanda Ortiz, en 1973 se convirtió en la primera secretaria de Recursos Naturales y Ambiente Humano de nuestro país y de América Latina, designada por Juan Domingo Perón durante su tercer gobierno. Yolanda fue una activa defensora de los derechos de la naturaleza y las personas durante toda su vida. Trabajó con una mirada holística de lo ambiental, en la medida en que entendía que solo era posible comprender los temas ambientales a partir de la interacción entre sociedad y naturaleza. En ese sentido proponía transitar del egociudadano al ecociudadano.
Como homenaje a su legado, se sancionó en 2020 la Ley Yolanda que establece que todos los empleados y empleadas de la función pública deben recibir una capacitación obligatoria en materia ambiental.
Mujeres y cambio climático
La meteoróloga Matilde Rusticucci, investigadora principal del Conicet y la bióloga Paulina Martinetto, investigadora adjunta del CONICET Mar del Plata, perteneciente al Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC- CONICET, UNMDP son dos de las autoras principales, junto con el ingeniero agrónomo Pablo Peri de la segunda entrega del Sexto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, según sus siglas en inglés) de la ONU. Sus aportes al tema en una investigación internacional son fundamentales.
En otro extremo, están las promotoras ambientales. La cartonera (tal como a ella le gusta definirse) Jackie Flores ha seguido un largo camino desde los comienzos en que recuperaba residuos sólidos urbanos a su actual puesto de Subsecretaria de RSU y Economía Circular en el Ministerio de Ambiente de la provincia de Buenos Aires. Trabajó para lograr el lugar de las mujeres cartoneras como promotoras ambientales, difundiendo el papel de los recuperadores urbanos y la correcta separación en origen de los residuos, donde se discriminan los que pueden ser reciclables (plástico, cartón, papel, aluminio, vidrio, entre otros) de los que no. “Es importante que los materiales separados estén limpios y secos. Desde esta perspectiva, se entiende que es en los domicilios donde se genera gran parte de los residuos de una ciudad. Se trata de que en cada hogar se identifiquen los hábitos y consumos, y qué de todo esto puede ser reutilizable”, dice Flores.
Aquí no entran mujeres
Una leyenda decía hace muchos siglos, que una mujer no podía ingresar a una mina porque traía mala suerte. Hasta Julio Verne en su novela “Las Indias Negras” juega y desarma esta vieja superstición haciendo entrar a una adolescent a una mina de carbón para rescatar a los hombres de su familia que han quedado atrapados.
Qué lejos queda hoy esa historia cuando las empresas mineras alientan el ingreso de las mujeres en la industria a través de becas y capacitación (ver https://www.futurosustentable.com.ar/vanina-grizzuti-estamos-impulsando-que-las-mujeres-tengan-un-espacio-fuerte-en-la-industria-minera/).
Por último, y no por ello menos importante, las mujeres brigadistas que han estado combatiendo el fuego a lo largo de todo el país, y hasta brindado apoyo y capacitación en países vecinos merecen un capítulo aparte. Una tarea dura, donde era impensada la presencia femenina, hoy es un espacio más donde la mujer puede desempeñarse y colaborar codo a codo con los hombres en bien de la defensa y cuidado del medio ambiente.