Para avanzar en sus metas y proyectos de Descarbonización, Toyota lleva a cabo acciones que permiten responder a los desafíos locales e internacionales en la producción automotor. Eduardo Kronberg, gerente general de Sustentabilidad de Toyota Argentina, dialogó con Futuro Sustentable.
Futuro Sustentable- ¿Han analizado o medido cuáles son los impactos ambientales de las operaciones de la empresa? ¿Qué acciones tienen en marcha o en carpeta para mitigar o neutralizar todos o algunos de esos impactos?
Eduardo Kronberg – En 2015, Toyota Motor Corporation asumió a nivel global los Desafíos Ambientales 2050, los cuales se dividen en dos grupos: los primeros tres se centran en la neutralidad de carbono a lo largo del ciclo de vida del producto, mientras que los demás abordan el desempeño ambiental en el uso del agua, la gestión de residuos, la economía circular y los programas de conservación y biodiversidad. Y es a través de planes quinquenales que fijamos metas parciales con el objetivo de alcanzar estos desafíos para el 2050, con un paso intermedio en 2035, que implica alcanzar ese año cero emisiones de CO2 en todo el ciclo de vida de nuestros productos, desde la fabricación hasta su disposición final. Y estamos avanzando en esa dirección.
Gracias a un convenio con YPF Luz, producimos Hilux y SW4 con energía eléctrica 100% proveniente de fuentes renovables y aplicamos mejoras continuamente para reducir la huella ambiental de nuestra operación: desde el año 2010 contamos con una planta de reúso de agua que permite disminuir el consumo de pozo reutilizando parte de los efluentes generados. Complementariamente, trabajamos desde todas las áreas presentando iniciativas para disminuir el consumo de este recurso: durante 2023 llevamos reutilizados más de 79.714 m2 de agua en la operación de la planta de Zárate. A eso, hay que sumar una tarea de reconversión de tecnologías para dejar de usar el aire comprimido y el gas como fuentes de energía. Además, llevamos adelante un programa de Innovación en Economía Circular, con el que buscamos migrar del modelo de producción y consumo lineal de la industria hacia un sistema basado en la cultura del reciclado. Utilizamos residuos industriales (de nuestra planta y de nuestros proveedores) para fabricar autopartes de Hilux e incluso productos de merchandising, como anteojos, conservadoras, bolsos y mochilas, etc.
En Toyota desarrollamos nuestra estrategia de sustentabilidad bajo los criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza). Nuestro objetivo final es crear movilidad para todos para contribuir a la mejora de la calidad de vida. En ese punto es muy importante reducir ya mismo la mayor cantidad posible de emisiones de CO2. Por eso fuimos pioneros en la introducción de la tecnología híbrida en el mundo, en la región, y hoy somos la única automotriz que produce híbridos en Sudamérica.
FS- Específicamente en materia de descarbonización, ¿cuáles son los principales desafíos a sortear y qué medidas implementan o piensan implementar al respecto?
EK- En Argentina es necesario fortalecer el sistema eléctrico en términos generales y desarrollar la infraestructura de carga vehicular. Pero además necesitamos descarbonizar la matriz de generación eléctrica, que todavía depende en gran medida de los combustibles fósiles. Creemos también que Argentina tiene un alto potencial en la generación de Hidrógeno.
En esta etapa de desarrollo de la movilidad sustentable de nuestro país, en Toyota entendemos que los vehículos híbridos son la mejor opción para reducir emisiones: son autorrecargables (no necesitan carga eléctrica externa) y pueden reducir hasta en un 50% las emisiones de CO2. Especialmente en un país como el nuestro, con distancias muy largas y donde aún debemos desarrollar infraestructura eléctrica de carga, consideramos que la tecnología hibrida es una solución muy eficaz.
Futuro Sustentable- ¿Cómo se prepara la empresa para el mediano y largo plazo en cuanto a la fijación de objetivos y a la realización de acciones vinculadas con la agenda ambiental para los años 2030 y 2050?
EK- En lo que refiere a los objetivos a largo plazo, la meta de la compañía es seguir invirtiendo en la electrificación de vehículos para 2030, alcanzar la neutralidad de carbono en la manufactura para 2035 y, finalmente, alcanzar la neutralidad en carbono en todo el ciclo de vida de nuestros vehículos hacia 2050. Parte de este desafío implica acelerar la transición hacia una movilidad sustentable, que responda a las necesidades de los clientes en cada región, atravesadas por un cambio de los hábitos de los consumidores, regulaciones cada vez más exigentes y nuevos avances tecnológicos.
Otro de nuestros desafíos es crear conciencia acerca del cuidado del ambiente en las generaciones futuras a través de programas de educación ambiental y conservación. Nuestra reserva Natural en la Planta de Zarate es una importante herramienta para hacerlo. Y también trabajar con nuestra cadena de valor (proveedores y concesionarios) los temas de ESG es uno de los objetivos prioritarios desde este año. Desde Toyota podemos hacer un gran aporte en los procesos y programas que nuestros proveedores y concesionarios tienen en su agenda ambiental