La NASA fotografió una grieta gigantesca de 90 metros de ancho y 530 metros de profundidad, que cruza la Antártida a través de 112 kilómetros de longitud. La imagen, que se tomó durante la operación Puente de Hielo, en el Polo Sur, refleja los efectos del calentamiento global en la región.
“Atraviesa completamente la plataforma de hielo, pero no llega a cubrir su totalidad. Una vez que lo haga, la grieta producirá un iceberg de aproximadamente 6.500 metros cuadrados (m2)”, indicó la agencia aeroespacial norteamericana en un comunicado de prensa.
Según la NASA, la operación actualmente en marcha contempla la recopilación de datos sobre el cambio que se está produciendo en la tierra en el mar polar de hielo. En 2018 se lanzará la siguiente fase de la misión, el Icesat-2.