Investigadores de la Universidad de Reading (Inglaterra), hicieron un experimento para comprobar si las larvas de mosquito se alimentaban de partículas como microplásticos, llegando a conclusiones sorprendentes.
No sólo lograron comprobar que las larvas pasan sus primeros estadios de vida comiendo restos de plástico, también descubrieron que una vez adultos, los mosquitos todavía contienen partículas en sus cuerpos, llevándolas a otras partes del ecosistema y contaminando diversos entornos.
Los mosquitos en estado larvario, se alimentan de partículas que se encuentran flotando en el agua, y allí encuentran los “microplásticos”, pequeñas partículas que pueden provenir de la industria o como parte del proceso de degradación del plástico.
Debido a su capacidad de volar, estos insectos son capaces de trasladar la sustancia y la extienden a toda la cadena alimenticia: el predador que lo capture, también comerá microplásticos.
Los científicos -Rana Al-Jaibachi, Ross N. Cuthbert y Amanda Callaghan- continúan investigando sobre las consecuencias que puede generar esta contaminación y las medidas que podrían tomarse para frenar posibles secuelas.