En el marco de la celebración del 90° aniversario de la Asociación de Fabricantes de Celulosa y Papel – AFCP – se planteó la imperiosa necesidad de darle curso a la promulgación de una ley de promoción de inversiones foresto-industriales para poner en desarrollo concreto a uno de los sectores con mayor potencial de crecimiento para la economía del país.
Como una de las cuatro partes fundamentales de CONFIAR – el Consejo Foresto Industrial Argentino (*) – la Asociación de Fabricantes de Celulosa y Papel (AFCP), entidad que agrupa a los principales productores de pastas celulósicas, papeles, cartones y cartulinas, los cuales contribuyen con más del 85% de la producción nacional de estos productos, celebró sus 90 años de trayectoria en un evento que contó con todos los protagonistas del sector. En la apertura del evento, fue Claudio Terrés, presidente de la entidad, quien brindó un discurso inaugural con varios conceptos clave para promover e impulsar el desarrollo de todo el sector.
“A pesar de sus recursos naturales y su experiencia en el complejo productivo foresto – industrial celulósico papelero, la dinámica desfavorable de los últimos años determinó que Argentina no lograra ocupar el lugar que podría alcanzar en esta industria a escala mundial. De todos modos, cabe destacar que si bien entre 2002 y 2008 se realizaron inversiones (por más de U$S 610 millones), el conflicto por la planta uruguaya de Botnia (hoy UPM) frenó anuncios relevantes y disminuyó el ritmo de ejecución de inversiones en ampliaciones. Su instalación determinó dificultades sociales por el cuestionamiento medioambiental, que excedieron el análisis técnico de la problemática y afectaron la posibilidad de desarrollar proyectos que podrían haberse real izado en nuestro país sin afectar el cuidado del medioambiente. La situación descripta para Argentina contrasta con las inversiones regionales realizadas en las últimas dos décadas, y los proyectos planificados para la producción de pasta celulosa hacia 2030, con más de 10 proyectos a escala internacional localizados en Brasil, Chile, Uruguay y ahora también Paraguay” explicó el directivo.
Y continuó: “Dada la dotación y calidad de recursos naturales y la tradición adquirida en el complejo productivo foresto industrial celulósico papelero, Argentina puede alcanzar un lugar relevante en esta industria a escala mundial. La posibilidad actual de realizar nuevas inversiones sigue vigente, y permitiría potenciar la contribución del sector al desarrollo económico y regional, y equilibrar el déficit comercial sectorial. Todo este crecimiento es compatible con el respeto por los máximos estándares de cuidado ambiental”. De hecho, a pesar de la vasta riqueza en recursos forestales, Argentina es un importador neto de productos foresto-industriales, en particular, los de mayor valor agregado. Argentina cuenta con muchas de las condiciones para el desarrollo de clústeres p roductivos de alta competitividad a nivel mundial. El desarrollo industrial asociado al sector foresto industrial en Argentina se encuentra estancado, y la única actividad en crecimiento es el desarrollo de la base forestal.
“Sin dudas, las oportunidades en la cadena foresto industrial se encuentran en la gestión sostenible de los bosques nativos, la posibilidad de crecer en superficie forestada preservando ecosistemas de alto valor de conservación, el avance en la industrialización y la innovación, y el aprovechamiento integral de todos los productos y subproductos. Es fundamental la concreción de las inversiones necesarias para agregar valor a la producción forestal. Desde entonces, y aunque no haya sido definida como una política de Estado, desde los sectores público y privado continuamos trabajando en una agenda activa que tiene como objetivo fundamental la mejora de la competitividad del sector, y la recomposición de su reputación y valoración para generar las condiciones de inversión y des arrollo productivo del país” destacó Terrés.
“La labor por delante todavía es enorme, pero el sector debe seguir avanzando y estar preparado para cuando las condiciones macroeconómicas y políticas se estabilicen, y las oportunidades para grandes inversiones se abran. Si bien la coyuntura es complicada y la situación económica apremia, los avances logrados como parte de CONFIAR nos permiten ser prudentemente optimistas, si se mantiene vigente el plan de trabajo a mediano y largo plazo” afirmó.
“Nuestro país tiene condiciones naturales excepcionales para el desarrollo de la foresto industria, con ventajas naturales comparativas y un gran potencial exportador de celulosa de mercado. El gran desafío a futuro es posicionar a la celulosa y al papel como un producto renovable, reciclable y amigable con el ambiente. Gracias a la forestación e implantación a nivel global, la captura de dióxido de carbono a través de la fotosíntesis permite reducir sustancialmente las emisiones incrementales que generan otras actividades y fuentes. Los efectos del cambio climático ya son devastadores y están claramente a la vista. El mundo debe actuar rápido para mitigar sus efectos. Las energías renovables, la forestación y la economía circular son fundamentales para lograr ese cam bio en la pendiente de la curva. Nuestro sector contribuye a la forestación y la actividad de reciclado, y también es generador de energía limpia a través de la biomasa y las biorrefinerías” subrayó Claudio en su discurso.
“El papel, como todos sabemos, ha cumplido un rol muy importante en la historia de la Humanidad, a tal punto que se considera a la invención de la imprenta como un hito divisorio entre dos eras. En esta época de transformación digital, el formato físico seguirá siendo complementario e imprescindible para muchos usos. Estamos viendo el surgimiento de nuevos productos que se fabrican a partir de la celulosa en línea con la demanda masiva de sustentabilidad, y en rubros que hasta hace unos años no imaginábamos. Hoy los invito a mirar con optimismo el camino que recorreremos en los próximos 10 años, en donde, seguramente, reflexionaremos sobre el enorme salto cualitativo y tecnológico que habrá tenido el sector en el último tramo de ese camino. Lo mejor está por ve nir” finalizó el presidente de AFCP.
CONFIAR representa un sector y a su industria asociada que involucran 1,3 millones de ha. de plantaciones forestales; 53 millones de ha. de bosques nativos; exportaciones por 550 millones de dólares; 100 mil empleos directos; 6000 Pymes de distinto nivel de transformación de la madera. El sector foresto industrial tiene amplias posibilidades de expandirse rápidamente y puede colaborar con un impacto positivo en empleos y divisas de manera inmediata. Las entidades que se unen en CONFIAR participaron de la realización del Plan Estratégico 2030 (https://forestoindustria.org.ar/wp-content/uploads/2021/03/PLANESTRATEGICO.pdf) con amplia participac ión público-privada en el cual se muestra la posibilidad de atraer 7 mil millones de dólares en inversiones, la creación de 186.000 mil empleos y el aumento de las exportaciones en 2,6 mil millones de dólares. Pero, además de ser un motor de crecimiento, el sector puede dar respuestas inmediatas de empleo con la expansión de las plantaciones forestales, la protección y gestión sostenible de bosques, la construcción con madera, generación de energía eléctrica y térmica con biomasa forestal y otras actividades foresto industriales, así como generar divisas a través de las exportaciones.