El gigante asiático necesita que llueva en las áridas regiones noroccidentales. Por eso ha creado uno de los mayores programas de modificación meteorológica de la historia.
Un estudio de viabilidad de la Agencia de Meteorología China ha concluido que este programa que tiene una duración de tres años podría provocar un aumento de precipitaciones en una superficie de 960.000 kilómetros cuadrados (km2), cerca del 10% de la superficie del país.
El proyecto costará 1.150 millones de yuanes, algo más de 150 millones de euros. Con ese presupuesto se logrará construir cuatro nuevos aviones que se sumarán a otros ocho dedicados a esta tarea, además de preparar 900 sistemas de lanzamiento de cohetes y 1.800 dispositivos de control para “sembrar nubes”.