La estatal Fundición Ventanas de cobre cerró el miércoles, luego de contaminar por décadas con gases tóxicos a la bahía de Quintero y de convertirla, junto con otras 15 empresas, en una “zona de sacrificio” ambiental.
Hace ocho años las tres comunas de la bahía, Quintero, Puchuncaví y Concón, a 160 kilómetros al noroeste de la capital chilena, fueron declaradas zonas saturadas y latentes por materiales particulados finos, cuya aspiración se asocia a malestares y a enfermedades respiratorias, pero no son los únicos contaminantes de la localidad.
Durante una ceremonia formal realizada el miércoles en Puchuncaví, se mostraron imágenes de llamas del horno de la fundición que iban disminuyendo hasta apagarse: fue el cierre definitivo de la Fundición Ventanas, a 59 años de su creación. En el lugar seguirá funcionando la refinería de CODELCO.
La última intoxicación masiva en el área sucedió hace una semana y afectó a cerca de un centenar de estudiantes afectados por compuestos orgánicos volátiles. Se trató de hidrocarburos en estado gaseoso, se informó oficialmente. Hasta esta jornada sigue vigente una alerta ambiental.
Entre los gases que respiran los más de 50.000 habitantes de la bahía está el dióxido de azufre, un gas tóxico y corrosivo que al ser aspirado ocasiona irritación de nariz, ojos y garganta, arrojado desde Puchuncaví por la Fundición Ventanas, de propiedad de la estatal CODELCO, la mayor productora mundial de cobre, que en casi sesenta años fundió unos 18 millones de toneladas del mineral rojo, según cifras oficiales.
Más del 60% de las emisiones totales de dióxido de azufre en la zona provenían de la fundición estatal, afirmó el presidente Gabriel Boric al anunciar en junio del año pasado su cierre. La última alerta ambiental por este gas se dispuso en marzo pasado, cuando las emisiones superaron los máximos permitidos por un plan de preventivo y de descontaminación que rige desde 2019.
Durante una ceremonia formal realizada el miércoles en Puchuncaví, se mostraron imágenes de llamas del horno de la fundición que iban disminuyendo hasta apagarse: fue el cierre definitivo de la Fundición Ventanas, a 59 años de su creación. En el lugar seguirá funcionando la refinería de CODELCO.