Activistas de la ONG Greenpeace protestaron frente al Ministerio de Transporte de Alemania ante la reunión entre ministros y responsables de la industria automovilística para estudiar cómo reducir la contaminación de los motores diésel.
Al menos cinco ecologistas colgaron del tejado del Ministerio de Transporte una pancarta gigante criticando la presunta connivencia de la clase política con la potente industria del motor alemana, un sector clave en términos de empleo y exportaciones.
La tecnología diésel está “obsoleta” aseguró Greenpeace a través de la red social Twitter, y exigió su prohibición basándose en las revelaciones difundidas a raíz del escándalo de la manipulación de las emisiones de Volkswagen, un fraude en el que también se han visto envueltas otras marcas.
Además, la organización ecologista reclamó la reducción de la contaminación atmosférica en Alemania en una concentración posterior frente a la sede ministerial.