Fluence, compañía líder en el tratamiento descentralizado de aguas, efluentes y reúso, permitió a una empresa limonera argentina convertir su generación de biogás en combustible para motogeneradores eléctricos. Citrusvil, la primera del mundo en desarrollar un sistema de tratamiento del efluente líquido originado en sus procesos productivos, aprobado como Mecanismo de Desarrollo Limpio por Naciones Unidas, optó por la tecnología de Fluence para limpiar el biogás generado con su efluente, abasteciendo a dos cogenereradores que proveen energía limpia a la empresa y a la población circundante.
La propuesta de Fluence consiste en una limpieza del biogás generado por el tratamiento de las aguas residualesde la citrícola, para el aprovechamiento del mismo para generar energía eléctrica. Además disminuye las emisiones de CO2, mejora la calidad del aire al reemplazar las fuentes fósiles, y da respuesta con una potencia de 3MW a parte de la demanda de energía eléctrica en Tucumán. La distribución de esta fuente renovable beneficia a la limonera y a todos lo que utilizan electricidad en sus cercanías, en hogares, empresas y espacios públicos como las calles.
Alejandro Sturniolo, VP de Marketing y Ventas de Fluence Sudamérica, sostiene: “Estamos orgullosos de haber sido elegidos para llevar a cabo esta tarea, es nuestro primer proyecto en pulimento de biogás en América del Sur y el primero en energía renovable en Argentina. Además, estamos en la construcción de la primera planta de conversión de residuos industriales en energía renovable con un reactor anaeróbico que generará biogás a través de la fermentación de los residuos de frigorífico. Ambos proyectos son innovadores y no hay precedentes en la región. Confiamos y apostamos en que varios proyectos similares puedan seguir el camino que Citrusvil ha empezado”.
Esto se alínea con la Organización de las Naciones Unidas, que promueve el desarrollo de tecnologías de vanguardia con el objetivo de sacar provecho a los efluentes “convirtiéndolas en riqueza”. Desde la institución afirman: “Las aguas residuales son una fuente asequible y sostenible de agua, energía, nutrientes y otros materiales recuperables. Las tecnologías de vanguardia presentan importantes oportunidades de economía circular para ciudades y asentamientos humanos”. En este sentido, desde Fluence se busca promover soluciones para el tratamiento de efluentes, asegurando la salud de las personas y el respeto hacia el medio ambiente.
Construida a medida, la tecnología en cuestión ocupa poco espacio y es fácil de operar. Lleva a cabo una desulfuración biológica que realiza un consumo de químicos menor del 80% comparado a plantas convencionales y elimina el ácido sulfhídrico del biogás para que sea utilizado como energía renovable. Esto es aplicable a cualquier sector de la industria agropecuaria y contribuye con uno de los desafíos más importantes en Argentina, hoy dependiente en su mayoría de los hidrocarburos: lograr que el 20 % de la matriz de generación de energía eléctrica nacional provenga de energías renovables para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París, meta plasmada en la Ley n.° 27191.