La calidad de todos los productos Knorr permanece intacta gracias a su proceso de deshidratación, el cual consiste en introducir los vegetales en hornos de secado, donde recibe aire caliente y se logra disminuir el porcentaje de humedad hasta un 6 y un 8%.
El trabajo de la planta de Mendoza se inicia con los productores, con los que trabaja a la par para obtener los mejores ingredientes, cultivados con fuerte conciencia y responsabilidad desde el origen. Por esto, está evolucionando de la agricultura sustentable a la agricultura regenerativa, basada en principios y prácticas agrícolas que generan impactos positivos en la salud del suelo, la biodiversidad, la calidad del agua, la resiliencia climática y la rentabilidad agrícola.
Ana Hernández Hermida, Brand Manager de Knorr Argentina, habló de este y otros temas con Pablo Gago, conductor de Futuro Sustentable, por AM 1220, radio EcoMedios.
Futuro Sustentable: ¿Cómo empieza el proceso de cambio de agricultura sustentable a agricultura regenerativa en Mendoza?
Ana Hernández Hermida: Hace más de 10 años trabajamos con prácticas de agricultura sustentable junto con nuestros agricultores en todos los cultivos de vegetales que deshidratamos en nuestra planta de Mendoza, y ahora estamos emprendiendo el camino hacia la agricultura regenerativa. La evolución de una agricultura hacia otra tiene que ver con estos conceptos. La agricultura sustentable tiene que ver con minimizar el impacto que tenemos en el suelo, en el clima, en la biodiversidad, en el agua. La agricultura regenerativa da un paso más, trata de buscar un impacto positivo en esa misma biodiversidad, en el clima, en el agua y el suelo. Y se compone de un montón de prácticas que son específicas de cada uno de los agricultores, no es una receta que se replica. Por eso trabajamos con el equipo del INTA, en entender cuáles son esas necesidades puntuales de cada agricultor y poder ir implementando esas prácticas de manera constante a través del tiempo.
FS: ¿Cómo es el convenio que han realizado con el INTA?
AHH: Con el INTA trabajamos hace muchos años. El año pasado firmamos un convenio específico para el tema de agricultura regenerativa que es básicamente un equipo de trabajo que arma planes específicos con cada uno de los agricultores que tenemos en la zona de Cuyo que proveen vegetales para Unilever y desarrollan estas prácticas específicas para cada agricultor, viendo qué necesitan y qué funciona mejor. De ese modo lo van ajustando. Si hablan con las personas del INTA van a ver que hay muchos ejemplos específicos de los que van haciendo en términos de la ventaja de la fauna y la flora, y cómo cuidan el agua. Y va a depender mucho de la situación de cada uno de los agricultores.
FS: ¿El agricultor entiende estos procesos y ve beneficios al entregar la producción a Unilever?
AHH: Es un gran proceso de aprendizaje. Nosotros y los agricultores, ellos encuentran un gran beneficio, pero es un nuevo camino en las adaptaciones y prácticas que tienen que reaprender. Es importante para la optimización de sus cultivos así como para el planeta en general.