El planeta viene de experimentar tres años consecutivos de récord de calor y, según los expertos, el aumento de la temperatura mundial podría tener efectos profundos para la salud, el trabajo y los alimentos básicos de cientos de millones de personas.
Incluso en el caso de que el mundo sea capaz de limitar el aumento de la temperatura global a 1.5 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales para 2050 -un objetivo establecido por los gobiernos en París en 2015- , unos 350 millones de personas en megaciudades como Lagos en Nigeria y Shanghái en China podría seguir expuestas a un calor mortal cada año, según un estudio de investigadores británicos.
Las estimaciones del Instituto para la Transición Social y Ambiental Internacional (ISET-International) y el Centro Nacional para la Investigación Atmosférica (NCAR) son aún más altas. A mediados de siglo, sólo en el valle inferior del Ganges unos 300 millones de indios y bangladesíes no tendrán suficiente energía para hacer funcionar ventiladores eléctricos o aire acondicionado con el cual combatir el calor.