La Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR), junto a la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), comenzó el segundo plan de trabajo del estudio de indicadores biológicos en el predio Batalla Villamayor, un ex basural de la Cuenca Alta que se restauró con plantas nativas, lo que lo convirtió en un biocorredor.
ACUMAR lleva adelante un proyecto de restauración y recomposición de los recursos naturales basados en modelos de servicios ecosistémicos que contribuyan al saneamiento de la Cuenca Matanza Riachuelo y otras cuencas hidrográficas relacionadas, cuyo principal objetivo es la evaluación y el desarrollo de biocorredores nativos como una de las acciones para recomponer y sanear ambientalmente la Cuenca.
El trabajo en el predio Batalla Villamayor comenzó años atrás con la siembra de plantas nativas y la colocación de biorrollos en las laderas del arroyo Morales.
En la etapa actual, la tarea consta de monitorear y evaluar cómo mejoraron los servicios ecosistémicos y el desarrollo del biocorredor a través de la restauración y recomposición de los recursos naturales producto de esas intervenciones.
Los recursos naturales brindan lo que se conoce como servicios ecosistémicos porque proporcionan beneficios como la recarga de acuíferos, autodepuración de las aguas, regulación de la temperatura y de inundaciones, formación de suelos, refugio y desarrollo de flora y fauna nativa, mayor resiliencia de poblaciones vulnerables, incremento de recursos para el desarrollo económico, beneficios recreativos y culturales, entre otros.
El objetivo de este proyecto es realizar monitoreos de indicadores seleccionados para conocer la recuperación de estos servicios ecosistémicos, analizar la eficiencia de la colocación plantas nativas, generar información y conocimiento a través de informes con análisis de resultados, aportes y recomendaciones.