El Senado de Brasil aprobó la reforma de la legislación petrolera, retirándole a la estatal Petrobras la exclusividad en la explotación de las reservas en aguas ultraprofundas y concediendo más espacio a la participación de compañías privadas.
De este modo, se retira la cláusula que hacía obligatorio que Petrobras participara en todos los consorcios que explotan recursos en los campos situados en la región conocida como “pre-sal” (por estar a más de 5.000 m de profundidad).
Entre 2007 y 2010, se descubrieron reservas estimadas entre 60.000 y 90.000 M/b en el litoral de los estados de Río de Janeiro y San Pablo, ante lo cual el gobierno del entonces Presidente Luiz Inácio Lula da Silva sancionó el nuevo marco legal que ahora fue revisado.
La ley de 2010 establecía que cualquier empresa extranjera interesada en explotar los pozos de pre-sal lo debían hacer en sociedad con Petrobras.