Casi un centenar de científicos publicaron un estudio donde muestran que la liberación explosiva del metano en la atmósfera amenaza con desbaratar todo lo que se ha hecho contra el dióxido de carbono (CO2), en particular, y contra el cambio climático,en general, hasta el momento.
Junto con el CO2 y con el óxido de nitrógeno, el metano es uno de los principales gases de efecto invernadero. Aunque el CO2 es el culpable del 80% del calentamiento global, el metano atrapa 28 veces más calor. El problema es que el informe Balance Mundial del Metano 2016, recién publicado, revela que después de años de estabilización de las emisiones de metano, desde hace una década no han dejado de crecer, lo que está provocando su mayor concentración atmosférica.
Hasta 2006, la subida era de apenas 0,5 partes por millón al año, pero en 2015 el ritmo de aumento de la concentración del gas fue 20 veces mayor. En total, desde 2012 han sido liberados a la atmósfera 558 millones de toneladas de metano anuales. Es tanta cantidad que, según muchos expertos, el ciclo natural de retirada del gas ya no puede absorberlo.