Por: Marcelo Corti – Director Ejecutivo del Centro de Desarrollo Sustentable GEO, de la Universidad de Buenos Aires
Días atrás, Joe Biden anunció un nuevo proyecto que tiene como objetivo utilizar energía solar para producir casi la mitad de la electricidad de Estados Unidos para 2050. La propuesta se enmarca dentro del ambicioso plan para combatir y abordar el cambio climático.
Considerando que Estados Unidos es uno de los principales generadores de gases de efecto invernadero, es una propuesta a celebrar. No obstante, es importante que se materialice en hechos y no quede en un buenas intenciones olvidadas, acerca de muchas otras propuestas similares que se han elevado a lo largo de los últimos años.
El proyecto se condensa dentro del plan de Inversión en Infraestructura y Empleos del presidente norteamericano, como parte de un objetivo mayor: la transición energética hacia fuentes renovables. Otro punto importante a destacar sobre el proyecto es que no sólo lleva adelante la transición energética, que tan necesaria es, sino que también lo haga de forma competitiva. Esto se debe a que las energías renovables significan hoy en día una competencia real a otras energías derivadas de hidrocarburos, históricamente utilizadas. Indudablemente, este será un punto clave del proyecto.
De acuerdo con el programa, se prevé que la fuente renovable proporcione el 40% de lo que utiliza el país para el año 2035, con el consiguiente efecto de empleo masivo para llevar a cabo el proyecto, reforzando la idea de “empleos verdes”.
Esperamos que esta iniciativa de reconversión de energías no sea solo una iniciativa aislada de los Estados Unidos en el compromiso asumido en la lucha contra el cambio climático, sino el primer paso que asimismo represente un ejemplo para los otros países a seguir el camino verde.