El convenio se firmó por 82 millones de dólares y fue otorgado por el Fondo Verde del Clima, a partir de los resultados de reducción de emisiones obtenidos por la implementación de la ley de bosques.
El acto estuvo a cargo de los ministros de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, Juan Cabandié, y de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Felipe Solá, junto al representante regional para América Latina y el Caribe en la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO), Julio Berdegué.
El convenio del Proyecto de Pagos Basados en Resultados de REDD+ (reducción de emisiones por deforestación y degradación de bosques) buscará contribuir con la implementación del Plan de Acción Nacional de Bosques y Cambio Climático y el cumplimiento de la Contribución Determinada a Nivel Nacional, con énfasis en los lineamientos de la Ley 26331 de bosques nativos.
El monto del proyecto aprobado por el Fondo Verde para el Clima fue de 82 millones de dólares, el pago más grande otorgado al país para la reducción de emisiones.
En este contexto, el ministro Cabandié expresó: “Estos fondos los vamos a utilizar en un plazo de seis años con mucha responsabilidad porque para nosotros la agenda de cambio climático y preservar los servicios ecosistémicos que nos brindan los recursos naturales es una prioridad”. Además, el titular de la cartera ambiental agregó: “Este financiamiento será destinado a preservar nuestras cuencas forestales, para extender el área de bosques bajo manejo sostenible, trabajar en la ganadería integrada con bosque nativo y generar mecanismos de integración social para las comunidades que viven alrededor de las cuencas”.
La posibilidad de acceder a pagos por resultados se debió a los logros obtenidos por el país en la reducción de emisiones a partir de la deforestación evitada durante el período 2014-2016, junto con el cumplimiento de los pilares de REDD+ establecidos por la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático.
El proyecto será ejecutado en forma conjunta por la cartera de Ambiente de la Nación, las provincias y la FAO, en un plazo de seis años, junto con socios clave del Gobierno, la sociedad civil, instituciones del sector técnico-académico y la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Entre los principales objetivos del proyecto, se pueden mencionar la elaboración de planes de manejo a escala de paisaje mediante siete cuencas forestales; el desarrollo de 95 planes integrales comunitarios para fortalecer medios de vida de comunidades indígenas y campesinas; 92 planes nacionales de manejo de bosques con ganadería integrada; medidas silvícolas de prevención de incendios y atención temprana; programas de extensión forestal; y un sistema de comercialización de productos forestales para acompañar el desarrollo económico de los proyectos promovidos.
Además, contribuirá a la recuperación económica post pandemia a través del fortalecimiento de las economías regionales asociadas a los bosques nativos al mejorar el acceso a los mercados, la generación de empleo y los medios de vida de las comunidades en las áreas rurales.
Felipe Solá también señaló: “Estamos demostrando que el desarrollo sostenible precisa de políticas coherentes a todos los niveles, del compromiso de todos los actores y de la adecuada movilización de recursos financieros. Solo desde esa coherencia y esa participación vamos a poder abordar las causas estructurales del calentamiento global y plantear las mejores soluciones para combatirlo. Desde la Cancillería nos comprometemos a seguir trabajando junto con el resto de los ministerios y la FAO para fortalecer las acciones de REDD+, con miras a la próxima COP26”.