En el Portal Isla Leones, a solo 15 km de la localidad de Camarones, las simpáticas “casitas de mar” del nuevo Glamping Isla Leones invitan a vivir una experiencia diferente para disfrutar de las maravillas del océano rodeado de variadas y coloridas formaciones rocosas coronadas por el exultante mar azul de este especial rincón de Chubut.
Ubicado en una bahía agreste que ofrece un paisaje único, el glamping cuenta con 6 casitas de mar, para dos personas cada una. “Quienes pasan la noche en esta modalidad están en contacto con el entorno, observando el cambio de mareas, la permanente presencia de aves y fauna marina, los amaneceres y atardeceres, y los cambios de color del mar”, remarcó María Mendizábal, responsable de Desarrollo Turístico de Patagonia Azul.
En el Portal Isla Leones, los visitantes tienen la posibilidad de acampar en los campings Cañadón del Sauce y Bahía Arredondo. A estas opciones se suma ahora el recientemente inaugurado Glamping Isla Leones, que propone una forma diferente de disfrutar e interactuar con el entorno de la Patagonia salvaje, combinando la esencia aventurera de acampar con algunas comodidades. Es la opción ideal para disfrutar de la naturaleza sin dejar de lado el confort ni tener que preocuparse por la logística.
Glamping en Patagonia Azul
“Nuestro glamping fue diseñado para brindar el equilibrio perfecto entre comodidad y encanto rústico, permitiendo a los huéspedes sumergirse en un entorno natural, salvaje y mágico”, asegura María Mendizábal.
El glamping cuenta con un living-comedor, un fogonero y seis refugios estilo patagónico de chapa y madera elevados sobre plataformas. Además, tiene un deck de madera y senderos que llevan a la playa. El servicio incluye las comidas diarias y se ofrecen diferentes actividades como senderismo, mountain bike, bicicletas eléctricas, snorkel, navegación a Isla Leones y avistaje embarcado de fauna marina.
Un anfitrión recibe a los huéspedes y está disponible para compartir historias sobre el lugar y guiar en la exploración y actividades del parque. Para los días de poco viento, una carpa y un fogonero invitan a relajarse a la sombra o bajo las estrellas, tomar algo, leer o simplemente disfrutar de la naturaleza.