Marisa García llevaba una década al frente del kiosco quedecidió abrir en el barrio porteño de Belgrano, cuando cumplió 40. Pero su mirada sobre el negocio dio un giro vital cuando cursó un taller destinado a kiosqueras, donde además de compartir la experiencia con colegas y darse cuenta de que todas coinciden en varias problemáticas comunes, incorporó herramientas que la ayudaron a mejorar “tanto desde lo administrativo como en lo organizativo e incluso impositivo”.
Ella es una de las cerca de 9.600 mujeres que participaron de las capacitaciones para pequeñas comerciantes que Coca-Cola de Argentina lleva adelante en el país con la Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA) y Fundación Global, como parte de 5by20, la iniciativa que la Compañía Integral de Bebidas lanzó en 2010 en todo el mundo y que, para finales de 2020, habrá permitido que 5 millones de mujeres desarrollen sus habilidades comerciales y puedan superar las barreras sociales y económicas que enfrentan para potenciar sus emprendimientos.
“En los cursos aprendí que cada kiosco es diferente y que es importante que podamos aportarle algo que lo haga único.”, recuerda Marisa.
En cada país, Coca-Cola se asoció con gobiernos y ONG locales para desarrollar programas que llegan a mujeres que integran la cadena de valor de la Compañía, pequeñas emprendedoras y otras que sueñan con serlo, allí donde se encuentran -tanto en las grandes ciudades como en poblaciones más alejadas- con actividades que incluyen formación en gestión de negocios y redes de mentorías entre pares.
A nivel global, colabora con TechnoServe, la Fundación Bill & Melinda Gates, la Corporación Financiera Internacional, Banco Interamericano de Desarrollo y cientos de organizaciones de todo el mundo para generar un impacto positivo y relevante a nivel local en las comunidades y ayudar a alcanzar nuestra meta. Ya son más de 4,6 millones de mujeres en todo el planeta que han adquirido herramientas necesarias para su desarrollo.
5by20 se ocupa de las barreras más comunes que enfrentan las mujeres cuando se trata de tener éxito en el mercado. Las participantes son productoras, agricultoras, proveedoras, distribuidoras, minoristas, recicladoras y artesanas. Esta iniciativa les ofrece acceso a cursos de formación en habilidades comerciales, servicios financieros y conexiones con compañeros o mentores. También, la confianza que viene con la construcción de un negocio exitoso.
En la base de esta iniciativa global subyace la visión de Coca-Cola de crear un mejor futuro compartido, para lo cual es necesario construir una sociedad diversa donde las mujeres accedan con iguales oportunidades a cargos públicos, corporativos, políticos o económicos de relevancia.
El poder transformador de las mujeres en la economía y las comunidades.
Innumerables indicadores dan cuenta desde hace un tiempo del papel que juegan las mujeres para contribuir al desarrollo económico global. Particularmente en la región, un informe del Banco de Desarrollo de América Latina – CAF – estima que el PBI de la región crecería hasta en un 34% si las mujeres se insertaran de forma masiva al mundo laboral.
Las mujeres controlan dos tercios del gasto del planeta y aunque realizan el 66% del trabajo, sólo ganan el 10% del ingreso total, según al Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas. Pero ese dinero lo reinvierten casi en su totalidad (un 90%) en sus familias y en sus comunidades.
Y en esa capacidad transformadora que las mujeres tienen en las comunidades a través de su trabajo, el emprendimiento es la apuesta económica ideal. En la mayoría de los lugares del mundo, el número de mujeres que inician y dirigen nuevos negocios está creciendo. Y como demuestra un informe del BID, una mujer invierte en su emprendimiento un 50% menos de capital que un hombre y, aun así, logra un 20% más de ingresos.
Así, 5by20 involucra a las pequeñas empresas con las que la Compañía Coca-Cola y sus socios embotelladores trabajan en más de 200 países de todo el mundo, desde agricultores de frutas y recicladores a minoristas y artesanos. En Argentina, el 80% de sus 363.000 clientesson pymes como kioscos, almacenes y autoservicios, cuyo negocio representa el principal ingreso familiar. Y en la mayor parte de ellos son mujeres las que están a cargo.“Los cursos nos dejaron en claro que no somos simples kiosqueras”, remarca Marisa García, “sino que somos empresarias y debemos desempeñarnos como tales”.
Así como en sus comunidades, la visión de la mujer es clave a la hora de dirigir una organización. Las empresas donde tres o más mujeres ejercen funciones de liderazgo registran un desempeño más alto, y sus beneficios pueden crecer hasta un 20%, según el informe Women Matter2014 de McKinsey & Company.
En Coca-Cola, los números son consistentes con este enfoque. Particularmente en el Sur de América Latina, la mitad de los líderes de la primera línea son mujeres: 5 de 10. Además, una de cada dos promociones a puestos gerenciales y uno de cada dos nuevos ingresos para esos cargos, corresponden a mujeres.
Esta cuestión se da en el marco de una cultura sustentable de diversidad, donde la equidad de género es clave y, en términos laborales, se da en forma natural. La mitad de los empleados de la Compañía a nivel global son mujeres.
Coca-Cola entiende la inclusión desde la generación del espacio propicio para que la diversidad se manifieste, para incorporar miradas tan diversas como singulares. Por eso impulsa el desarrollo y la promoción de las mujeres en todos los niveles.
Ya sea en la economía en general, en las comunidades o hacia dentro de la organización, la capacidad transformadora de las mujeres es vital. En todo el mundo y en todos los ámbitos, las mujeres están creando, diseñando e innovando para mejorar la vida de todos. Cada día, transformando el futuro.