Francia, Portugal y España siguen luchando este fin de semana contra los masivos incendios forestales, algunos de ellos fuera de control.
Francia
En Francia cuatro bomberos resultaron levemente heridos en los incendios del departamento de Gironde, en el sudoeste del país. Las llamas ya han arrasado con más de 10 000 hectáreas de bosque y han obligado a evacuar a más de 14 000 personas. Hasta el momento no se registran víctimas mortales.
Más de 1 200 bomberos están trabajando para tratar de contener esos fuegos, apoyados en la jornada del sábado desde el aire por dos hidroaviones de tipo Canadair y dos bombarderos de agua Dash.
El sur de Francia lleva varios días viviendo una ola de calor que se está extendiendo hacia el norte.
Portugal
Portugal también lucha contra los incendios y ha logrado controlar los focos de fuego, pero estudia si mantendrá las restricciones del estado de contingencia.
Aunque las altas temperaturas han bajado -tras llegar a récords de hasta 47 grados en los últimos días-, el viento y la sequía dejan “condiciones todavía extremas” de riesgo, admitió hoy el comandante André Fernandes, de la Autoridad Nacional de Emergencia y Protección Civil (ANPEC).
España
En la Península ibérica los bomberos intentan controlar fuegos que amenazan poblaciones y espacios naturales como el Parque Nacional de Monfragüe, de gran valor ecológico.
Las llamas obligaron a desalojar un par de localidades en la provincia occidental de Cáceres, con más de cuatrocientos evacuados.
Otro de los incendios que más preocupa es el que comenzó el viernes en la sierra de Mijas, en la provincia andaluza de Málaga, que afecta a un perímetro de 1 890 hectáreas y mantiene a 2 765 personas desalojadas de sus viviendas, ya que 300 de las 3 065 que fueron evacuadas pudieron volver a sus casas.
El calor extremo provocó desde el pasado domingo en España al menos 360 fallecidos, según datos oficiales.
Un récord de incendios forestales en la UE
En este abrasador verano de 2022, la Unión Europea (UE) registra un número récord de incendios. Desde el 1 de enero al 16 de julio se incendiaron en los Estados miembros un total de 346 000 hectáreas de zonas boscosas.
El país más afectado hasta ahora es Rumanía, con 149 000 hectáreas que se han convertido en humo desde principios de año, con más de 700 incendios.