La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinta Ardern, anunció la prohibición a la explotación petrolera de alta mar, en lo que calificó como una transición hacia una economía con cero emisiones de carbono.
“A menos que tomemos decisiones hoy, que tendrán efecto en 30 o más años, corremos el riesgo de actuar demasiado tarde y provocar consecuencias abruptas a las comunidades y nuestro país”, defendió Ardern durante una rueda de prensa en Wellington.
La medida, impide la emisión de nuevos permisos para la extracción de petróleo y gas en depósitos de alta mar, aunque no afectará a las concesiones ya existentes o las explotaciones en tierra.
La mandataria aseguró además, que su política medioambiental no conllevará a la pérdida de puestos de trabajo, en un país donde unas 11.000 personas trabajan en la industria petrolera y que genera unos 1.800 millones de dólares estadounidenses al año.