Cientos de personas, convocados por el colectivo ecologista Extinction Rebellion, se manifestaron ayer en el distrito gubernamental de Berlín para exigir una política más respetuosa con el clima.
El calentamiento global es uno de los principales temas tras las graves inundaciones de julio, con más de 180 muertos. La protesta, con una marcha junto al Parlamento y la Cancillería y una sentada frente a la Puerta de Brandeburgo, provocó cortes de tráfico e incluso interrupciones de las líneas de metro que circulan por debajo de la zona.
Los manifestantes portaban pancartas con lemas como “Crisis climática = asesinato masivo”, “La protección del clima no es ilegal” o “Reducir CO2 o explotar”. La protesta estuvo acompañada por un fuerte dispositivo policial, con tanquetas de agua incluidas, en el que se hizo especial énfasis en el cumplimiento de las normas sanitarias de la pandemia, desde los barbijos a la distancia de seguridad. “Tenemos delante a un dispositivo policial especialmente grande. Tenemos un seguimiento de uno a uno”, criticaron los organizadores.