Aclamado por una multitud particularmente densa en el pabellón brasileño de la cop27, el presidente electo Luiz Ignacio Lula Da Silva prometió el regreso de Brasil en las negociaciones climáticas.
Contrastando con el presidente de ultraderecha saliente Jair Bolsonaro, defensor de la industria ganadera que causa deforestación en la Amazonia, el mandatario electo prometió acabar con la degradación de los bosques.
“Vamos a acabar con el proceso de degradación que están viviendo nuestros bosques tropicales”, proclamó, Lula, que participa como invitado especial de la presidencia egipcia de la conferencia del clima de la ONU.
El presidente ha prometido una deforestación cero, y propuso organizar la COP 30 del año 2025 en Brasil. La Amazonia será una de sus prioridades, aunque deberá lidiar con los grupos criminales activos en la zona, la minería ilegal y la agroindustria que busca extender la frontera agrícola en detrimento del bosque.