De vital importancia para ampliar la capacidad de evacuación gasífera de la Cuenca Neuquina, la instalación que favorecerá las inversiones en Vaca Muerta y permitirá sustituir costosas importaciones se llevó a cabo en tiempo récord, menos de 10 meses, sin que se produzcan incidentes negativos. Vale resaltar que entre la primera y la última soldadura en línea regular pasaron sólo 178 días.
En concreto, gracias a esta propuesta las compras energéticas en el exterior se reducirán un 7,1% anual, por lo que la inversión que requirió la obra será amortizada en menos de 12 meses. Su puesta en marcha oficial, registrada el 9 de julio, en plena conmemoración del Día de la Independencia, hará posible un ahorro de 2.100 millones de dólares en lo que resta del año. Para 2024, en tanto, esa cifra superará los u$s 4.200 millones.
Una de las fuentes de financiamiento de la iniciativa fue la denominada Ley 27.605 de Aporte Solidario y Extraordinario de las Grandes Fortunas, sancionada a fines de 2020. De hecho, un 25% de lo recaudado por esa vía se otorgó a la estatal Enarsa para la concreción de proyectos de infraestructura gasífera.
Los 573 kilómetros (km) de extensión del GNK que vinculan las localidades de Tratayén con Salliqueló, atravesando las provincias de Neuquén, Río Negro, La Pampa y Buenos Aires, demandaron el tendido de más de 47.700 caños de 12 metros de largo y de 36 pulgadas de diámetro. Los trabajos de construcción implicaron la creación de más de 50.000 empleos directos e indirectos.
Cuando comience a inyectar gas a la red a través de la planta Saturno de la operadora Transportadora de Gas del Sur (TGS), en la localidad bonaerense de Saliquelló, el GNK aportará inicialmente 11 millones de metros cúbicos (m3) diarios. Ese volumen se elevará hasta los 21 millones en una segunda instancia, con la entrada en operaciones de dos plantas compresoras adicionales, cuya construcción se licitará en breve.
Independencia energética
El acto de lanzamiento del GNK tuvo lugar en la estación de medición Salliqueló, ubicada junto a la planta compresora Saturno, donde se conecta con la red troncal, a la altura del km 285 de la ruta provincial 85. Del mismo participaron el presidente de la Nación, Alberto Fernández; la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner; y el ministro de Economía y pre-candidato presidencial, Sergio Massa, entre otros referentes del Gobierno.
En su discurso, que se extendió por casi media hora, Cristina criticó la falta de planificación y de acción directa que el país padeció entre 2016 y 2019, bajo la administración macrista. “Aunque nos quieran condenar a ser una nación dependiente, tenemos con qué avanzar hacia el mañana. Hoy podemos pensar en el futuro de Vaca Muerta”, proyectó.
A decir de Alberto, inaugurar el GNK equivale a declarar la independencia energética del país. “Pudimos hacer este gasoducto con recursos propios y darle a la industria el gas natural que necesita para producir”, enfatizó.
Desde su óptica, resulta imprescindible que el Estado promueva el desarrollo energético de la Argentina. “La diferencia de precios entre nuestro gas y el importado es de 400 veces”, graficó el presidente, quien remarcó la importancia de haber sorteado un nuevo desafío -el de asegurar el acceso a la energía-, luego de haber atravesado una pandemia, un conflicto bélico internacional y una sequía.
Segundo tramo
Massa precisó que la construcción del segundo tramo del GNK, que irá de Salliqueló a San Jerónimo, en Santa Fe, se licitará en el mes de septiembre. “De ese modo, terminaremos de abastecer el litoral argentino y sentaremos las bases para aumentar las exportaciones vía el sur de Brasil”, anticipó.
De acuerdo con el pre-candidato a presidente por Unión por la Patria (UP), el gas no convencional de Vaca Muerta hará que la electricidad sea más barata el año que viene a nivel local. “Nuestras industrias pagarán menos por la energía, mientras que nuestras pequeñas y medianas empresas (PyMEs) podrán competir mejor en el mercado internacional. Asimismo, empezaremos a desarrollar la distribución de gas en provincias como Corrientes o Misiones, que hoy todavía no tienen el servicio. Ese tiene que ser nuestro principal desafío”, aseguró.
El GNK, continuó, significa “el principio del cambio en la matriz económica y energética de la Argentina”. “Ya no habrá necesidad de importar gas en barco ni tampoco precisaremos del fluido boliviano porque vamos a usar los recursos de nuestro subsuelo. Este logro tiene que ver con una mirada de largo plazo que van a disfrutar varias generaciones”, celebró.
Beneficios para Neuquén
Más allá del ahorro que representará para las arcas nacionales, el GNK redundará en importantes beneficios económicos para Neuquén en concepto de regalías. Según los cálculos del gobernador Omar Gutiérrez, esos ingresos que oscilarán en torno a los 46,7 millones de pesos por día, sumarán alrededor de $ 8.000 millones para fin de año.
Una vez que se pongan en funcionamiento las nuevas plantas compresoras y el sistema pueda transportar 21 millones de m3 diarios, en tanto, las regalías treparán hasta los $ 90 millones por día. Vale aclarar que estos ingresos se obtendrán en dólares, pero los mismos deberán ser liquidados al valor del tipo de cambio oficial.
A decir de Gutiérrez, el GNK permitirá a la provincia consolidar su perfil desarrollista, generando más trabajo y oportunidades para sus habitantes. “Se trata de una obra fundamental, que hace al desarrollo estructural y estratégico en la consolidación de Neuquén, la Patagonia y el país. Más allá de los gobiernos de turno, estas iniciativas son necesarias para acelerar la curva de inversión comprometida en las distintas concesiones de Vaca Muerta”, expresó.
La potencialidad de la formación no convencional, prosiguió el mandatario, nunca estuvo realmente en duda. “No obstante, siempre dijimos que hacía falta ampliar la infraestructura para satisfacer la demanda interna, evitando importaciones, y llegar con nuestro gas a los mercados externos. Esto es hoy una feliz realidad”, completó.