La creciente población mundial genera un aumento en la demanda de alimentos, al mismo tiempo que se intensifican los efectos del cambio climático que afectan, en parte, a los cultivos. La mirada se vuelca entonces sobre los distintos actores de dicha industria, quienes cumplen un rol fundamental en garantizar la seguridad alimentaria y el cuidado del ambiente.
En pos de preservar el planeta y el futuro de sus recursos, McCain Argentina colabora en la incorporación de nuevas herramientas y tecnologías que permiten lograr estos objetivos en base a la reducción de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI). La finalidad de estas acciones es alcanzar una producción agrícola sostenible, sin comprometer el rendimiento, la calidad y los costos.
Carolina de Lasa Andrés, gerente de Agronomía de McCain, explica que “en lo que respecta al trabajo en el campo, parte de la emisión de los gases tiene que ver con el cultivo en sí, y otra con las labores que se realizan sobre la tierra. Esto último, incluye, especialmente, a la fabricación y utilización de los fertilizantes nitrogenados, que generan más del 40% de las emisiones”.
Sobre este tema, Carolina agrega: “durante la producción de fertilizantes se liberan Gases de Efecto Invernadero a la atmósfera, razón por la cual es importante tener protocolos y tecnología para reducir este indicador. Por otro lado, el cultivo de papa genera elevadas emisiones de estos gases debido al uso de labranzas intensas, de riego y a las elevadas dosis de fertilizantes nitrogenados. La disminución de la cantidad total de uso de fuentes convencionales de nitrógeno, como la urea, se puede lograr mediante la incorporación de tecnologías que incrementen la eficiencia en el uso de dicho nutriente y disminuyan las emisiones de óxido nitroso”.
En base a esto, McCain Argentina dirige gran parte de sus esfuerzos a la nutrición del suelo y los fertilizantes que utilizan, para que la producción de sus cultivos sea lo más eficiente posible y reducir las emisiones de GEI de su cadena de valor.
Con este compromiso, la compañía trabaja en forma conjunta con Yara, Corteva y Amauta, empresas que desarrollan tecnologías que incrementan la eficiencia de uso de nutrientes e impactan positivamente en los indicadores ambientales.
En el caso de Yara, el foco principal es la gestión sostenible del nitrógeno por medio del suministro equilibrado de nutrientes y la elaboración y gestión eficiente de fertilizantes. Esto se logra desde su proceso de producción, mediante la utilización de catalizadores que capturan los GEI y evitan que se liberen a la atmósfera, lo que hace que el producto ya tenga una huella de carbono menor de base. Durante su utilización, se gestiona con el uso de fertilizantes de mayor eficiencia de uso de los nutrientes, lo que termina dando un resultado positivo en el rendimiento, calidad, indicadores de sustentabilidad y costos.
Decidieron evaluar en conjunto la tecnología de Corteva aplicada al cultivo de papa para luego incorporarla en los sistemas productivos. Tecnologías como estabilizadores de nitrógeno (nitrapirinas) y/o bioestimulantes, son una opción válida de mitigación de emisiones de GEI, con el objetivo de incrementar los rendimientos (o alcanzar los rindes potenciales) sin afectar los parámetros de calidad.
En el caso de la alianza entre McCain y Amauta, se centra en los fertilizantes como fuente de aporte balanceado de nutrientes, gracias a moléculas y fracciones orgánicas que optimizan la eficiencia del uso de los mismos, con lo que mejoran los parámetros de rendimiento y calidad y disminuye el impacto ambiental.
Al atender estos factores, contribuyen a mantener el ambiente más limpio, mejorar calidad del agua y del aire, tener suministro seguro de alimentos, reducir la presión climática y el riesgo de pérdida de biodiversidad, y ahorrar tierras y costes.
De la mano de iniciativas de este calibre, McCain se compromete a continuar fortaleciendo alianzas que favorecen al equilibrio natural del suelo, como parte de su objetivo de aplicar prácticas agrícolas regenerativas en el 100% de sus cultivos para 2030.