Las sequías recurrentes en todo el mundo tienen consecuencias alarmantemente graves y a menudo ocultas, ya que destruyen cantidades de productos agrícolas que podrían alimentar a 81 millones de personas diariamente durante todo un año, dañan los bosques y amenazan con dejar atrapadas en la pobreza a generaciones de niños, según un nuevo informe del Grupo Banco Mundial.
En el informe Uncharted Waters: The New Economics of Water Scarcity and Variability (Aguas inexploradas: La nueva economía de la escasez y la variabilidad del agua) se presentan nuevas evidencias del impacto que producen las lluvias cada vez más irregulares en las explotaciones agrícolas, las empresas y las familias. También se demuestra que, si bien las inundaciones y las mareas de tormenta constituyen amenazas graves,las sequías se traducen en un “sufrimiento en cámara lenta” cuyos impactos son más profundos y duraderos de lo que se creía anteriormente.
“Estos efectos demuestran por qué es cada vez más importante que tratemos el agua como el recurso valioso, agotable y degradable que es”, dijo Guangzhe Chen, director superior del Departamento de Prácticas Mundiales de Agua del Banco Mundial. “Tenemos que comprender mejor los impactos de la escasez de agua, problema que se agravará aún más debido al crecimiento demográfico y al cambio climático”.