Después de años de resistirse a la tendencia del calentamiento global provocado por el hombre, el hielo marino en torno a la Antártida se redujo a la menor extensión de la que se tiene registro, según datos satelitales de Estados Unidos.
Este hielo que flota en torno al continente congelado usualmente se derrite a su menor nivel anual cerca de fines de febrero; es decir, durante el verano austral, antes de expandirse nuevamente cuando comienza el frío del período otoñal.
Este año, la extensión del hielo marino se contrajo a 2,287 millones de kilómetros cuadrados (km2), en base a datos difundidos por el Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo (NSIDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.